Génesis y desarrollo del Otoño Musical Soriano en Conversaciones con Odón Alonso

Con el título «Soria y el Festival Otoño Musical Soriano«, Fernando Pérez Ruano da cuenta de lo que Soria representaba para el maestro Odón Alonso y cómo se gestó y se desarrolló el Festival. Es el capítulo sexto de su libro «Conversaciones con el maestro Odón Alonso«, publicado en 2011 con el patrocinio del Ayuntamiento de Soria, Caja España y Caja Duero. Hemos transcrito este capítulo excluyendo las anotaciones.

El maestro sentía un especial cariño, una singular vinculación y atracción por Soria y un especial interés y preocupación, diría yo, por el Festival Otoño Musical Soriano. Entiendo que no solo era la principal actividad musical que realizaba en los últimos años, sino que también fue, y así lo creo de verdad, la puesta en pie del festival soriano, la consecuencia de la experiencia acumulada durante tantos años de actividad artística, de participación en los principales festivales internacionales españoles y algunos extranjeros, y de su saber de programación y gestión atesorado igualmente durante toda una vida dedicada a la música. Estimo oportuno hacer este preámbulo en este capítulo sobre Soria, para dejar patente la ilusión, sentimiento, cariño, satisfacción y orgullo, que el maestro sentía por Soria, por los sorianos y por el Otoño Musical Soriano. Así pues, hablar de Soria en nuestras conversaciones era algo habitual y frecuente, algo que lógicamente debía reflejar en este libro y, en este capítulo quedan sintetizados, resumidos, algunos de los contenidos que sobre Soria y su Festival musical tuvieron lugar en nuestras conversaciones.

FERNANDO.- ¿Qué le une a Soria?

ODÓN.- Bueno, yo empecé a ir a Soria por Julián Marías, que tampoco era de Soria, era de Valladolid y…

F.- ¿Qué tiene de atractivo Soria? Yo no conozco Soria.

ODÓN.- Pues Soria es una ciudad verdaderamente… tiene un sentido natural artístico, no sé qué pasa, tiene esas cosas que se dicen de las ciudades, parecen bobadas, pero se puede decir que tiene… que es una ciudad poética, viendo la influencia de Machado y lo que se ha hablado de Machado, del Duero…, la poesía ha llegado a la gente no poética de una manera natural con la Laguna Negra, o sea, es una ciudad que tiene un tinte artístico, es muy bonita, muy pequeña, tiene una gente amable. Sí, los sorianos son de los castellanos los más… amables. Encontré un grupo de gente de mi edad, de chicos estudiantes y profesores, iban con Marías…, pero un grupo que eran muy de montaña, de andar por el campo y hacían excursiones por el Urbión y por San Lorenzo, y a mí es lo que me gustaba, andar, pues me apunté con ellos e hice amistad con los Ridruejo. Hay un pantano muy bonito.., es un pantano muy grande. Hay un club náutico y me resulta siempre gracioso que haya un club náutico en Soria.

F.- ¿Es usted aficionado a la vela?

ODÓN.- Sí, me hice aficionado allí, claro.

(…)

F.- ¿Cómo surgió el Festival de Soria?

ODON.- El alcalde de entonces me dijo que si quería ir: “Tú, que vienes aquí a Soria y viene la gente aquí y nunca te han escuchado ni has hecho nunca música…”. “Sí, alguna vez…”. “¿Por qué no haces un concierto o algo?”, lo pensé y le dije: “Vamos a hacer unos conciertos, sí, podemos hacer un Festival de música, un otoño de música a ver qué resultado da” -le dije-, “¿Tú crees?” -me preguntó él-. “Sí, -le dije-, si tú puedes sacar diez millones de pesetas del Ayuntamiento”. Me dijo que sí, que creía que sí y lo hicimos. Así que el primero no llegó a once millones.

El maestro me habla de José Manuel Aceña, su colaborador en Soria para la organización del Festival Otoño Musical Soriano. Habla de él con verdadero cariño, comenta que es joven, que empezó hace muchos años con él y hace referencia a las ocupaciones profesionales que el Sr. Aceña ha tenido en Soria, primero como coordinador de actividades musicales en el Ayuntamiento y después como director de la Banda de Música de la ciudad.

ODÓN.- Cuando surgió esto del Festival fue estupendo contar con José Manuel porque es un chico muy inteligente, buen músico y, aunque era absolutamente desconocido, yo le concedí desde el principio absoluta autonomía en lo que al Festival se refiere y creo que ha hecho una buena labor e, incluso, podría decir que el Festival lo hace él ahora.

Hablamos ahora de la comida que tuvieron el día anterior el maestro con el también director de orquesta, Enrique García Asensio, y José Manuel Aceña. Me comenta que ya tienen el programa de Soria terminado y que ha quedado bastante divertido: “Me parece más ligero que el del año pasado” -me dice-, “hay cosas más…, por ejemplo, un programa con Las Ocho estaciones«. Le pregunto ingenuamente por este programa de Las Ocho estaciones y el maestro me responde:

ODÓN.- Las Cuatro de Vivaldi y las de Piazzola. Se trata de una cosa de Piazzolla, Cuatro estaciones, que hizo para bandoneón y orquesta de cuerdas muy interesante.

Me vuelve a comentar aspectos sobre el programa del Festival de Soria.

ODÓN.- Este año el Festival tiene un poco de todo y espero que a los sorianos les guste.

Hablamos de las fechas en las que se celebrará el Festival de este año y de los actos más representativos.

ODÓN.- Luego, después del Festival, los sorianos tienen la fiesta de San Saturio, que es el patrón, y a él va la gente a rezarle un padrenuestro y a pedirle que le quite el dolor de cabeza y esas cosas.

El maestro me sigue comentando cosas de la ciudad y algunos aspectos y pautas que siempre ha seguido en la organización del Festival.

ODÓN.- En Soria pretendemos llevar una figura muy atractiva o una orquesta muy especial en cada edición del Festival, algo que no se puede hacer sin dinero, lo que se puede hacer sin dinero, lo hacemos, lógicamente, y este año la figura es María Bayo, a la gente le gusta mucho y ella va a ofrecer un recital.

Seguimos hablando del contenido del programa soriano de este año 2009 y también me comenta que irá la Orquesta Filarmonía y que ya ha ido varias veces a Soria. Me explica que es la orquesta que hace habitualmente El Conciertazo, el programa de televisión de Fernando Argenta. Es una orquesta independiente, la organizó Pascual Osa y el nombre también lo adoptaron de una orquesta de Londres y de otra de Varsovia.

Sobre el director de orquesta, Pascual Osa, me dice que es un hombre joven, percusionista de la Orquesta Nacional y que dirige muy bien y lleva ya unos años en esto y le llama siempre que puede.

ODÓN.- Este año Pascual hace un concierto de zarzuela. Hace tres años que no hacemos zarzuela en Soria y es una pena porque a la gente le gusta muchísimo. Lo que no he querido hacer de ninguna manera en Soria es un festival elitista, de música muy exquisita, solistas de… y que al pueblo no le llegue, ha sido al contrario, en realidad, es un festival de orquestas, empezó siéndolo y todos los años acudían dos o tres orquestas y al día de hoy han ido todas: la Nacional, la de RTVE…, todas. Es una cosa muy distinta, algo que les gusta a los sorianos, porque aquí en Madrid hay mucha música todo el año pero en Soria no y hay que darles eso y, al mismo tiempo, también se han estrenado catorce obras de encargo a lo largo de la historia del Festival. En una ciudad pequeña, como Soria, haber estrenado catorce encargos, bien pagados además, es una cosa muy importante y se han hecho dos o tres obras muy interesantes sobre Machado, sobre textos de Machado o sobre poetas sorianos, como Dionisio Ridruejo y Gerardo Diego. A Nieva le encargamos una obra que hizo sobre Machado, sobre la Laguna Negra, una obra estupenda.

El maestro continúa hablando del Festival soriano y de algunos aspectos del mismo.

ODÓN.- El primer Festival de Soria lo hicimos con once millones de pesetas, pero estaba entonces Teresa Berganza, María Orán, estaba la Sinfónica de Castilla y León… En Soria, en todos los años del Festival no ha habido una sola queja de nadie, ni del grupo de la oposición, ni de dinero, ni de música, es decir, de nada y eso… en eso hay un recuerdo muy placentero y muy favorable.

GLORIA.- Se ha hecho a base de gente que va por poco dinero, explotando la amistad.

ODON.- En los primeros años era muy barato. ¡Hombre, yo dirigía el Festival Casals entonces y tenía de presupuesto un millón de dólares…! El de Soria no digo que fuera como el Festival Casals, pero fue un Festival muy decente en el que sé que todo el mundo cobraba un poquito menos que en los demás sitios, pero es que no recuerdo cuánto… Es un Festival que se llena siempre, es un teatro pequeño y se llena siempre. La gente va y hay que poner sillas, la gente va a todo. El año pasado en cuarenta minutos se vendió todo el Festival, con abonos y todo.

F.- ¿En cuarenta minutos?

ODON.- En cuarenta minutos. O sea, empezó una pequeña cola y me dicen: “Oye, que estamos vendiendo todo”.

F.- ¿Todo se hace en un único espacio?

ODÓN.- Todos los conciertos sí, bueno, todo menos el maratón soriano. Hay música desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, sí, en Soria, siempre se puede oír música y siempre grupos sorianos, jóvenes sorianos que se reúnen y tienen un grupito. Y la gente va de una iglesia a otra, de la Iglesia al Círculo siguiendo el itinerario del maratón con una camiseta que pone “Maratón soriano”. Ciento cinco chicos tocando el pasado año: cuartetos, un dúo de trompetas, un quinteto de metales en la Torre de San Esteban, y al final nos hemos reunido todos los años en la plaza a cantar un coral de Bach o lo que haya en el programa, y entonces están todos ahí y cantan juntos.

F.- ¿Debe ser una cosa muy emocionante?

ODÓN.- Es muy emocionante por cómo responde el pueblo soriano. Es que ves a la gente cómo va a la misa del Salvador y, corriendo cuando está terminando el grupo, se bajan a la concatedral que toca a los veinticinco minutos el otro.

F.- Siempre música clásica, ¿no? ¿No tienen cabida en el Festival otras expresiones musicales, tipo folclore, tipo música étnica o músicas del mundo?

ODÓN.- No, no, no. Siempre música clásica. Hemos hecho conciertos de jazz-sinfónico, otros de flamenco con Menese y un conjunto pero, vamos, siempre clásico.

Recuerdo una de las muchas alusiones a Soria y a su festival musical surgidas en nuestras conversaciones y rescato una simpática frase del maestro a la vuelta de su estancia estival en Soria, cuando, después de saludarnos, me dijo, con evidente satisfacción, sentados en el salón de su casa: “Está usted en la Plaza de Odón Alonso”. Esta frase y su singular sentido del humor me dejaron perplejo durante unos instantes, ante lo cual el maestro me explicó que ese año, en Soria, le habían puesto su nombre a una plaza de la ciudad y le habían regalado una réplica en cerámica de la placa con su nombre que él había colgado en el salón donde nos encontrábamos encima de la puerta. Lleno de satisfacción la descolgó, me la enseñó y me contó con evidentes muestras de felicidad algunas cosas relacionadas con el evento mencionado.

En otra ocasión me contó cómo contrató para la XVI edición del Otoño Musical Soriano de 2008 a un amigo suyo profesor ahora.

ODÓN.- Yo tenía un amigo flautista en la Orquesta de París que nos conocimos en Salzburgo, se llama Michel Debost y fue solista de la orquesta de París, un flautista y profesor maravilloso que ahora está dando clase como casi todos los buenos. Se lo cuento porque terminó por venir a Soria el año pasado, Michel Debost. Era así un hombre como Falstaff, grueso, alto, rubio y de repente se me ocurrió que un flautista viniera aquí a hacer un curso y dije; “Voy a llamar a Debost”. Pregunté por el teléfono de Debost a un empresario y lo llamé, y de repente, hablaba algo de español todavía, le digo: “¡Michel, soy Odón Alonso!”. Y él responde: “¿Cómo?”. Hacía cincuenta años que no nos habíamos visto, ¡parece mentira, eh! y le digo, como si nos hubiéramos visto el día antes en Salzburgo: “¿Quieres venir a Soria?”. Y me dice: “¿Pero dónde está Soria? Y le digo: “Pues está en España, en el norte, cerca de Pamplona”. Y responde: “¡Ah, sí, Soria! Sí, ¿qué quieres que haga?”, digo: “Que des una clases”, dice “Pues muy bien, ¿cuándo?”. Y ya nos pusimos de acuerdo y se pasó una semana gloriosa en Soria dando clase y ofreció un recital ¡Cincuenta años! Resucitar una amistad de esas fue como una cosa mágica, fue muy divertido. Yo digo: “A lo mejor Michel no se acuerda de mí” pero ¡después de cincuenta años! -el maestro vuelve a recordar la expresión con la que le invitó a Michel a venir a Soria-: “Oye, Michel, ¿vienes a Soria?”.

Continúa diciéndome que el año pasado el programa se basó en eso y estuvo estupendo.

ODÓN.- Le cuento esto -me dice- porque quería hacer de la música algo como de cualquier otra parte del cariño de las personas y de los afectos, ninguna otra cosa importa.

A finales de la primavera del año pasado, cuando el programa del Festival de Soria del 2010 ya estaba cerrado, el maestro me comentó que para esa edición habían contratado a José Mercé, y como él conocía mi faceta de flamencólogo a través de los artículos que había escrito en Candil y que en alguna ocasión le llevé, pensó que sería bueno que yo hiciese algún tipo de introducción o de prólogo a su actuación hablando de flamenco, cosa que ya se había hecho en el Festival en otras ediciones y el maestro en esta ocasión y en referencia a la actuación de Mercé y mi posible participación en el festival, como ya he dicho, me comentó:

ODÓN.- Ahora, cuando llegue a Soria, voy a ver cómo podemos hacer esa charla sobre Mercé, sobre la fusión, y eso sería una buena idea para que pudiera venir cuatro o cinco días o por lo menos tres días para hacer una charla sobre… pero de eso tengo que enterarme cómo es el programa que ellos han mandado porque… no hay que interferir, quizás sí se pueda hacer una cosa media hora antes del concierto.

Yo le agradezco de antemano su invitación con independencia de que se materialice o no y le comento algunos enfoques con los que abordar esa charla, esa disertación previa al concierto de la que me habla y el maestro me responde:

ODÓN.- Huyendo de lo pedagógico, porque no hay que olvidar que estamos en un festival de conciertos. El trazo general es bueno. Vamos a ver qué traen ellos, qué es lo que hacen. El miércoles, cuando llegue, me enteraré de cómo lo tienen hecho. En otros casos lo hacemos media hora antes, pero en una sala aparte y suele ir bastante gente. Vamos a ver cómo está… A ver si consigo que venga a hacer algo y si no, le invitaremos igualmente a algún concierto un fin de semana. Es que además es necesario, a no ser que Mercé traiga a alguno que…

Finalmente, no pudo ser y no realicé ningún tipo de intervención en esta edición del Otoño Musical Soriano pero sí que fui invitado al concierto de clausura del festival al que acudí y pude comprobar el afecto y el cariño que el pueblo soriano tenía hacia el maestro Odón Alonso.